domingo, 18 de febrero de 2018

PIÑATA




Había un ambiente tan distendido que el barman se permitía pasear las botellas sin lencería, en cierto modo el placer de la contemplación se iba mermando en la medida que se espesaba el ambiente con los rostros maquillados, y la poca luz hacia que la liturgia de deslizar los cubitos de hielo en el interior del vaso vacío fuese el primer diagnóstico que renueva el ánimo para disfrutar de la conversación hasta que se agote la noche.











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