Hace unos cuantos años, las casas todavía estaban en pie, pero tenían los días contados. Después vendría el naufragio, y la agonía de las ruinas pasarían a ser las mas fotografiadas del pueblo. Habrá quien lamente las promesas y las falsas esperanzas, pero lo normal es comulgar con las ruedas de molino. Para qué despejar dudas, si descubres que un puñado de mentiras terminan repitiéndose más que el ajo.