Tardes de otoño, inundadas de hojas resecas, poso de recuerdos, mientras los plataneros se van desnudando lentamente y los niños se bañan en un mar de hojas y la dulzura rezuma en su sonrisa y al llegar a casa explicaran el sonido de las hojas bajo sus pies, mientras entre los tallos verdes de los mirtos germinaran los recuerdos cuando se alarguen las sombras de los años.