A veces sobre la pared de un gallinero mejoran los gritos cuando son amancebados por la flor de un granado. Las pinturas a granel no curan las infecciones pero te ayudan a que la parsimonia no se evapore y quede encasquillada entre el penetrante aroma de las flores y ver como las pinceladas pasan de puntillas sobres los bloques enlutados de un grito que nadie oye.