Las
Gárgolas, con sus figuras fantasmagóricas, de animales, monstruos o demonios,
sobresalen silenciosos entre las cornisas de las iglesias y por sus bocas
convertidas en caños se va desaguando la lluvia de los tejados.
En
Villafranca encontramos el mayor número de gárgolas en La Colegiata y dos en el atrio de San Nicolás el Real.
San Nicolás el Real