La prensa de finales del siglo XIX en Villafranca del Bierzo, no fue diaria, se
trataba de publicaciones o periódicos que hacían su aparición semanalmente y de
una vida efímera y condenados como estaban por la escasez de su difusión y por
su ámbito localista, naufragaban generalmente por problemas económicos, pero
dejaban tras de sí un reguero que despertaba la preocupación de unos hombres
infectos de inquietud por Villafranca.
EL PROGRESO BERCIANO
En el mes de noviembre de 1883 se
publica en Villafranca del Bierzo el primer número del Progreso Berciano, tenía
un carácter semanal y aparecía a la venta todos los domingos. Costaba de cuatro
páginas y la última dedicada a la publicidad. Se tiraba en la imprenta del
Progreso, propiedad de José Rubial y su existencia fue aproximadamente de un
año y medio.
En el número 12 de 17 de febrero
de 1884, aparecen en la primera página las condiciones del certamen musical que
tendrá lugar en Santiago en el mes de julio de 1884, y un artículo bastante
extenso sobre lo que significa el ahorro. En el número de julio de ese mismo
año se ocupa de una convocatoria de premios sobre agricultura y ciencias
naturales, y un artículo acerca de los terrenos diluviales auríferos del
Bierzo.
LA ALONDRA
La Alondra, publicó el primer
número en el mes de abril de 1890 en Villafranca del Bierzo, y subsistió poco
más de un año, teniendo su redacción e imprenta en el bajo de la casa número 2
de la calla Doctor Arén.
La Alondra se publicaba todos los
jueves bajo la dirección del poeta villafranquino Don José Bálgoma Suarez y se autocalificaba como un “semanario incoloro e independiente,
jocos-serio, sin filiación política determinada, de intereses generales
noticias y anuncios.” Se publicaba siempre con cuatro hojas, siendo notables
sus secciones científicas y literarias.
El coste era variable, así en
Villafranca, el precio era de una cincuenta pesetas al trimestre, fuera costaba
dos pesetas y en ultramar 10 pesetas al año.
En el número 7, publicado el
jueves 5 de junio de 1890 se recogen además de las secciones habituales la
reunión de la corporación municipal para el examen y la aprobación de los
presupuestos , así como una pequeña sección de sucesos, donde se narra el
fallecimiento de un jornalero al caer al río Burbia y perecer ahogado al cruzar
el puente provisional que comunica los pueblos de Vilela y Corullón. Se realiza
una crítica con ironía al señor alcalde, y tiene también una sección “ Lo que
se ve y lo que se oye”, donde pone en tela de juicio las prácticas de ciertos
concejales, y como podemos y comprobando
un siglo y pico después siguen en vigor en muchos municipios.
En la sección de anuncios: “Se necesitan dos chicos
que sepan leer y escribir”
“En la imprenta de este periódico
se imprimen tarjetas de visita a ocho reales el ciento”.
EL AMIGO DEL PUEBLO
Nace en Villafranca del Bierzo en
el verano de 1890, de periodicidad quincenal, republicano y librepensador.
El Amigo del Pueblo, sucumbió
fulminado por el Cabildo astorgano, la condenación se hizo en los siguientes
términos: “ Venimos a condenar y condenamos, en prohibir y prohibimos el
periódico el Amigo del Pueblo, que se publica en Villafranca del Bierzo, y
cualquier otro que con semejante o
diverso título se publique en adelante como afín o como sucesor de aquel,
prohibiendo su lectura a nuestros súbditos
bajo la pana de pecado mortal etc.
Los redactores de El Amigo del
Pueblo firmaban con seudónimo y arremetían contra todo lo que oliese a sacristía
y contra todo lo que fuese conservador. No dejaron en paz al obispo, sobre el que escribieron
esta redondilla:
“Generalmente es obeso,
Y es porque come por tres;
Por eso un obispo es
Una persona de peso”.
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